Ser más respetuosos con nuestro entorno no es una elección: es ya una auténtica obligación. Un compromiso con el medio ambiente que, para muchas personas, se traduce en hacer un jardín sostenible de bajo mantenimiento. Un término que, aunque a priori pueda parecernos algo muy complicado, es mucho más sencillo de lo que parece. Basta con aplicar todos esos gestos sostenibles de nuestro día a día también en nuestro trocito de naturaleza. No hablamos de nada extraordinario. En realidad, hacer un jardín sostenible es únicamente optar por la responsabilidad y, de paso, el ahorro.

La emergencia climática es mucho más que una noticia más en los informativos. El Planeta demanda a gritos que, como habitantes que somos de él, nos comprometamos con su cuidado. Y no nos referimos únicamente a hacer un uso racional del agua y los combustibles, o unirse a iniciativas de reciclaje de tapones solidarios como la que se lleva a cabo en nuestros centros. Nos referimos, también, a apostar por hacer un jardín sostenible.

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